miércoles, 4 de febrero de 2009

como ese citrico

iban y volvian sobre sus pasos
venian y se iban sobre sus pasos
de rodillas, de espalda, arrastrando recuerdos, postergando destinos
y ella parada frente al espejo
lloraban y rian
creian y morian
y ella solo se miraba en el espejo
sensaciones anacronicas se clavaron en su cuerpo y la expulsaron
hacia manchones de cordura cordial
su pelo caia, su rostro se quemaba y su piel olia mal

"¡si solo fueramos mandarinas! ¿por que no somos mandarinas saboreadas en una siesta de invierno?"

gritaba y lloraba y verla no entristecia a nadie y a nadie alegraba
ella , el espejo, y la hendidura de sus ojos q todavia sangra

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